INSOMNIO LITERARIO



Hoy ando más snob de lo normal.

Quería hablar al respecto de Patreon, pero debido a que no tengo más que un vago concepto del como funciona este, y del como me ira si es que algún buen sujeto tiene la voluntad de donar, he preferido hablar un poco sobre divagaciones formuladas por mi persona.

Si, se lo que han de estar pensando...



Pero me gustaría compartirles un poco sobre mi vaga experiencia en el mundo de la literatura.

Actualmente ando leyendo "El Túnel" de Ernesto Sabato, una vez me acabe esta novela me gustaría leerme "La naranja mecánica"de Anthony Burgess. Al igual que en el mundo de la literatura, tengo un bajo conocimiento al respecto del mundo del cine; aún no entiendo por que no me doy el tiempo para poder ver estos filmes tan aclamados por la crítica, pero luego veo el reloj y me doy cuenta que mañana debería estar saliendo a estudiar a las cinco de la mañana y que solo falta un par de horas para que llegue a esa hora... great.

EL TIEMPO!

Tenía planeado hacer una analogía referente al tiempo, pero el sueño apenas me deja pensar. Actualmente me encuentro en un estado en el que tengo suficiente sueño como para tener la mente nublada, pero no lo suficiente como para entrar en un estado de sueño profundo y quitarme este cansancio de encima de una vez por todas.

Dije sueño tres veces en el anterior párrafo.

No paro de divagar (mientras empiezo a dejar de sentir mi pierna derecha por el frío) sobre el porqué de tantas cosas, pero al mismo tiempo siento que esa infinidad de cosas que pienso no son absolutamente nada.

¿Acaso el valor de nuestros pensamientos podría resumirse en una simple nada?

Me refiero, si lo vemos en proporciones universales no somos absolutamente nada, por ende, nuestros pensamientos tampoco deberían tener valor, somos como una partícula de una mota de polvo (la mota sería alguna galaxia), y a pesar de ello, siempre habrá algún idiota en este mundo que se creerá el centro del universo. 

Mierda, esto no esta saliendo como me gustaría, parecen más divagaciones edgys de un niño de trece años, ya saben, los típicos que se quejan de todo lo malo que les pasa en su vida, pero no hacen absolutamente nada para solucionar dichos problemas.

No tengo ni idea del como cerrar esta publicación, bueno, al menos se que a pesar del bloqueo que tengo, eventualmente, podre darle un final a este texto, yo tengo el control de lo que actualmente escribo... pero de mi muerte no.

Al día a día cientos de miles de personas son asesinadas, tanto sea accidental como intencionalmente, es triste pensar que estas personas no tuvieron la oportunidad de elegir el como acabarían los últimos de sus días. Supongo que ese es un privilegio del que pocos pueden contar.

Si a mi me dieran a elegir algún lugar el donde despedirme de este mundo, realmente me gustaría que fuese en un lugar tranquilo, seguramente sería cerca del océano.

Sí... el océano me parece un lugar perfecto, el sentir la brisa marina pasar por mi rostro mientras escucho el ruido de las olas, cerrar lentamente los ojos, y con una sonrisa en la boca, poder despedirme de la manera más romántica posible de este sueño que llevo moldeando en mis manos, de este largo y pesado insomnio literario... 

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